La responsabilidad de gobernar en la sociedad del conocimiento

Durante el siglo 19, y como consecuencia de los procesos revolucionarios de la independencia latinoamericana, distintos intelectuales buscaron respuestas a qué es gobernar. Para la llamada generación del 37 argentina, gobernar fue tanto poblar como educar al soberano. Y, ya entrados en el siglo 21, pareciera que aún no se encontrara un mínimo consenso que guíe las políticas públicas que le den sentido al “gobernar”.

Es posible observar un persistente deterioro del valor de “la cultura” y “la educación” tanto en las políticas públicas como en la misma formación de las dirigencias. Ya no escandaliza el que un presidente haya leído las obras completas de Sócrates y lindezas similares de los funcionarios con alta responsabilidad en el gobierno de la nación.

El discurso de quien preside los destinos del país, y los funcionarios de su gobierno no pueden ni deben perder de vista que sus actos de gobierno afectan a todos. Tanto a quienes lo votaron como a los que no, a quienes los acompañan como a los que disienten. A los ciudadanos, a los habitantes del país y a la comunidad internacional. Afecta a quienes comparten su misma ideología, credo religioso y a quienes no. Y sus derechos y garantías están protegidos y alcanzados por la Constitución Nacional.

En este rinconcito del ciberespacio reflexionamos acerca de las decisiones que toman las personas y las consecuencias que esas decisiones traen aparejadas. En otros espacios se han dedicado extensa y variadamente a analizar los últimos discursos de la presidente argentina. Unos muy serios, otros jocosos o más informales. Algunos llamando la atención sobre cuestiones no tan evidentes para la mayoría, sea por cuestiones religiosas o legales no conocidas por todos.

Compartimos con uds. nuestra preocupación acerca de cuánto consideramos el impacto que nuestras decisiones tienen en cada uno de los distintos escenarios.

Creemos que forma parte del proceso decisorio tener en cuenta, por lo menos, las siguientes cuestiones:

  • Leyes, normas y reglas involucradas en la situación
  • Consecuencias legales derivadas de la decisión.
  • Grupos de interés, directa o indirectamente involucradas en la situación
  • Características culturales de los grupos de interés, en tanto que puedan ser de interés para la toma de decisiones
  • Conocimiento técnico – científico subyacente en la materia sobre la que se está decidiendo.
  • ...
Y en todos los casos, contar con humildad suficiente para dejarnos asesorar, junto con la sabiduría necesaria para discernir en contextos turbulentos.

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